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Alergias por Dr. Susan Hazard

por | Abr 16, 2018 | Enfermedades físicas

La mayoría de la gente da la bienvenida a la primavera y al verano y consideran estos meses como la mejor época del año. Para la mayoría de la gente, los primeros signos de la primavera traen alegría y anticipación de actividades al aire libre, hermosas flores primaverales, la oportunidad de trabajar en el jardín y disfrutar los productos frescos de su huerto. Sin embargo, algunos temen esta época del año porque simplemente esperan sentirse miserables y enfermos hasta que llegue el otoño y hasta que el invierno vuelva otra vez. Son sensibles a los pólenes, plantas, hierbas, árboles, polvo, insectos y una variedad de cosas en nuestro entorno normal.

Los síntomas típicos incluyen estornudos, respiración jadeante, ojos llorosos, párpados que pican, etc. Otros síntomas pueden incluir enrojecimiento e inflamación de la piel con picor y drenaje de fluido.

La enfermedad es anormal

Cualquier enfermedad, ya sea un resfriado, la gripe, asma o alergias, es anormal. El cuerpo siempre se esfuerza por mantener un estado de salud que es normal. Si la necesidad surge, el cuerpo es capaz de tomar medidas para mantener este estado mediante una eliminación extraordinaria. Para efectuar esto, el cuerpo inicia una crisis curativa que nosotros llamamos malestar o enfermedad.

Cuando los productos de desecho tóxicos y la ingesta tóxica se acumulan en los tejidos más allá del umbral de tolerancia, se llevará a cabo un esfuerzo para expulsarlos a través de los diversos canales. Estos canales son la piel, los pulmones, las membranas mucosas, intestinos, riñones, etc. Los individuos que se dice que son “alérgicos” están experimentando una “crisis curativa” constante a través de las membranas mucosas de la nariz, la garganta, los bronquios o través de la piel. Las toxinas que son eliminadas a través de esta ruta sensibilizan estos órganos de modo que pólenes, polvos, pelos, etc., inician una reacción defensiva como estornudos, nariz congestionada, etc. De este modo el polen no es una causa principal sino un factor exacerbante.

Sólo algunas personas son sensibles

Durante los meses de verano, el individuo “alérgico” a menudo se encierra en el interior e intenta alejarse de las sustancias a las que es sensible. Sin embargo, en lugar de buscar los artículos a los que una persona puede ser sensible, se debe intentar descubrir la razón de esta sensibilidad anormal.

LA TEORÍA ANTICUERPOS-ANTÍGENOS

La enfermedad es la consecuencia de una acumulación de sustancias tóxicas en los tejidos debidos a una vida insana. No podemos hacernos inmunes a dichas consecuencias mientras persistimos en hábitos de vida insanos. El cuerpo inicia el proceso mórbido (curativo) de eliminar toxinas para conservar la salud. No hay “inmunidad” contra es proceso curativo. Las bacterias y los virus tampoco causan enfermedades. La enfermedad es un proceso vital de curación y las bacterias tienen un papel que desempeñar en este proceso. Actúan como carroñeros limpiando los desechos tóxicos y tan pronto como su papel ha terminado, su número disminuirá. Por esta razón, están asociadas con los procesos mórbidos, pero no son su causa. No causan ni más ni menos enfermedades que las moscas basura. Los “virus” son deshechos celulares -son el material genético de células muertas. Como material muerto, los virus son tóxicos y patógenos pero no malévolos.

La causa subyacente de las alergias

Es más importante saber lo que hace que una persona sea sensible que saber a lo qué es sensible. La mayoría de los enfermos de alergia tienen catarro crónico y lo han tenido durante muchos años, incluso antes de manifestar señales de sensibilidad. Incluso después de “la estación de las alergias” ha pasado todavía sufren de catarros y experimentan resfriados frecuentes durante el invierno.

¿Cuál fue la causa de que el cuerpo tuviese que eliminar de forma crónica sus toxinas de esta manera? Las causas pueden ser muchas, pero básicamente es la vida insana la que crea el problema. Comer en exceso o comer combinaciones inadecuadas, la falta de ejercicio, beber agua impura, vivir en casas sin ventilar o trabajar y vivir en habitaciones llenas de humo, falta de sueño y descanso, o el estrés y trastornos emocionales pueden ser los factores subyacentes en el desarrollo del catarro en las membranas mucosas, dando lugar a sensibilidad a ciertos irritantes. El revestimiento de las membranas, se inflaman y se vuelven muy sensibles a la irritación. Es la inflamación la que hace que las membranas se vuelvan anormalmente sensibles a los elementos normales del entorno del hombre.

La inflamación es un síntoma de curación y si las causas se suprimen, la curación será llevada a cabo rápidamente. Si una persona sigue viviendo de forma sana después, no habrá una necesidad posterior del proceso mórbido (curativo).

Qué no hacer

Muchos de los pacientes de alergia toman medicamentos anti-inflamatorios para suprimir los síntomas desagradables que están experimentando. La cortisona es uno de los medicamentos que más a menudo receta el médico y administra con inyección. Como mucho, la cortisona sólo reduce los síntomas por un breve periodo de tiempo después de lo cual los síntomas reaparecen y se administra otra inyección. Esta práctica venenosa causa mucho perjuicio.

Cuando son inyectadas hormonas en el cuerpo, el delicado equilibrio del cuerpo de acción y reacción para mantener la homeostasis es alterado. Los corticoides antinflamatorios incluyen cortisol y cortisona que son segregadas por las glándulas suprarrenales que están situadas encima de cada riñón. Normalmente, estas hormonas son segregadas cuando un mensajero les hace saber que son necesarias. Este mensajero se llama ACTH (hormona adrenocorticotrópica) que es segregada por la glándula pituitaria. Las suprarrenales también pueden producir corticoides pro-inflamatorios; pero esto está regulado por una variedad de factores complejos, entre los que la ACTH desempeña sólo un papel pequeño comparado con los reguladores de la presión sanguínea renal y electrolitos.

Al cambiar la proporción entre estímulos pro y anti-inflamatorios, el cuerpo puede regular la inflamación en respuesta a la herida local.

Todos los demás agentes externos como los antihistamínicos, descongestionantes, etc., son perjudiciales y suprimen (deprimen) la capacidad curativa del cuerpo. En la medida en que no suprimen las causas de la alergia, no puede haber corrección.

Si tienes problemas de Alergias y quieres normalizar esta situación, y estudiaremos tu caso.

 

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