El higienismo consiste en hacer cambios en el estilo de vida para economizar la energía vital para que el cuerpo tienda a su propio equilibrio u homeostasis, eliminando la toxicidad presente en el cuerpo y regenerando tejidos y órganos. Dicho de otra manera, seguir los principios de la medicina higienista le puede ayudar a cualquier persona a hacer mejor uso de su propia energía vital, y así permitir que sea su propio cuerpo quien realmente le cure.
¿Qué es el higienismo?
El higienismo es una ciencia que estudia las condiciones óptimas para que los seres humanos desarrollemos una salud plena. Sus bases han sido construidas a partir de la observación e investigación de la naturaleza, biología, fisiología, psicología y filosofía del ser humano.
Más allá de la teoría, seguir los principios del higienismo genera grandes resultados en la práctica ya que se basa en el sentido común y en la armonía con las leyes de la naturaleza.
La salud es el estado normal de un ser vivo
Uno de los principios fundamentales del higienismo es que la salud es nuestro estado natural, el cual ocurrirá siempre y cuando respetamos las leyes de la vida y de la naturaleza.
Asimismo, se entiende que la salud no es meramente la ausencia de enfermedad, sino que es un estado de perfecto equilibrio entre las facultades físicas, mentales y espirituales.
¿Cómo ocurre la enfermedad?
Así como no llueve dinero del cielo, tampoco llueven enfermedades. Un cáncer, una diabetes o una insuficiencia cardíaca no nos cae del cielo por mala fortuna, sino que es consecuencia a largo plazo por un estilo de vida insalubre.
“Las enfermedades no nos llegan de la nada. Se desarrollan a partir de pequeños pecados diarios contra la Naturaleza. Cuando se hayan acumulado suficientes pecados, las enfermedades aparecerán de repente.” – Hipócrates, “padre de la medicina”
Dicho de otra manera, la enfermedad ocurre cuando se violan las leyes de la naturaleza. Un estilo de vida antinatural genera una acumulación de tóxicos (toxemia), la cual limita el funcionamiento normal de los distintos tejidos y órganos del cuerpo, y eso genera la enfermedad. La primera etapa de la enfermedad es aguda y luego se convierte en enfermedad crónica, donde ocurre degeneración de los órganos.
“La enfermedad es la consecuencia de una alimentación y un estilo de vida anti-fisiológicos.” – Dr. Otto H. Warburg – Premio nobel en medicina (1931)
La llamada “enfermedad” es una respuesta inteligente del cuerpo
¿Es acaso la resaca un “error” del cuerpo? No lo es. El dolor de cabeza luego de haber tomado alcohol implica que el cuerpo está eliminando un veneno y que éste está circulando por la sangre.
De igual manera, si estornudamos luego de haber inhalado mucho polvo al aspirar la casa ¿significa que estamos enfermos? En realidad no; es nuevamente una respuesta inteligente del cuerpo para eliminar rápidamente el polvo que es perjudicial para él.
El mismo mecanismo ocurre con la tos luego de inhalar humo de tabaco, o bien diarrea o vómitos luego de haber ingerido un alimento en mal estado, por ejemplo. En todos estos casos, el cuerpo se está desintoxicando de venenos que le hacen mal, pero esto no significa que esté enfermo.
En definitiva, las llamadas “enfermedades” son intentos del cuerpo de curarse y desintoxicarse, por lo que la enfermedad es constructiva en busca de recuperar un equilibrio perdido.
El cuerpo se cura a sí mismo
Ésta es una de las principales diferencias de la medicina higienista con la medicina convencional e incluso con muchas terapias alternativas del mercado. Mientras éstos buscan curas externas al cuerpo, desde la medicina higienista se trabaja para brindarle al cuerpo las condiciones ideales para que éste desarrolle su propia curación.
“Todo humano tiene un médico dentro suyo, solamente tenemos que ayudarlo en su trabajo. Las fuerzas naturales dentro de cada uno de nosotros son las que curarán las enfermedades.” – Hipócrates, “padre de la medicina”
Ver además: ¿Qué podemos aprender de los genios?
“La naturaleza es el gran médico y el hombre posee a éste en sí mismo. El arte de curar viene de la naturaleza, no del médico. El médico debe ser el auxiliar de la naturaleza, no su enemigo.” – Paracelso, médico suizo del S XVI
Verdadera curación vs Tratamiento sintomático
Si me duele la mano porque me estoy golpeando con un martillo, ¿cómo podría eliminar el dolor? ¿Tomando un analgésico, poniéndome un guante para amortiguar el golpe o dejándome de pegar? Las primeras dos opciones se enfocan en el síntoma: el dolor; mientras que la tercera opción se enfoca en la causa de dicho dolor, y al eliminar la causa, el dolor se irá por sí mismo.
Puede que el analgésico minimice el dolor, pero una vez que se pasa el efecto, el dolor volverá una y otra vez porque todavía me estoy golpeando la mano. En cambio, si dejo de golpearme, el dolor no se irá de un momento al otro, sino que se irá de a poco, pero ciertamente no volverá, porque ya no me estoy golpeando.
Es cierto que el ejemplo es algo tonto; difícilmente alguien se pegue una y otra vez con un martillo en la mano. Sin embargo, ¿qué sucede cuando una persona tiene un problema de fatiga crónica, por ejemplo? Muchos profesionales suelen prescribir multivitamínicos o bien las personas por sí mismas toman café o energizantes. La medicina higienista, por el contrario, se enfoca en identificar las causas de esa fatiga y muchas veces suele ser que hay una carencia de sueño o un exceso de trabajo, estrés o actividad física.
Otro ejemplo es el estreñimiento. Muchas personas toman laxantes o infusiones, pero pocas se enfocan en evaluar qué están comiendo regularmente, porque quizás haya una carencia de fibra, o bien tampoco analizan su estilo de vida, porque el estreñimiento suele estar asociado a una carencia de energía en general.
En definitiva, la medicina convencional tiene un enfoque sintomático y se concentra en eliminar síntomas que en realidad son los intentos de curación del cuerpo, mientras que el higienismo se centra en eliminar las causas que llevan a la enfermedad; en lugar de combatir los síntomas, se centra en suprimir los hábitos que llevan a la enfermedad y en buscar factores que crean salud.
Ver también: ¿Intoxicar o desintoxicar?
“Si alguien busca la salud, pregúntale si está dispuesto a evitar en el futuro las causas de la enfermedad; en caso contrario, abstente de ayudarle.” – Sócrates
La importancia de la energía vital
La energía de nuestro organismo se reparte en tres grandes sistemas: nutrición, eliminación y relación. Además, se requiere energía para el crecimiento y la reproducción, en etapas concretas de la vida.
El sistema de nutrición es formado principalmente por los órganos del aparato digestivo, además de la piel (nos nutrimos también del sol y el contacto con la naturaleza), el aparato respiratorio (oxígeno), el aparato circulatorio (la sangre hace circular los nutrientes y el oxígeno) y finalmente toda célula del cuerpo, dado que terminan asimilando los nutrientes.
El sistema de relación está formado por aparatos y órganos que nos ponen en contacto con el mundo exterior (músculos y huesos, cerebro, sistema nervioso y órganos de los sentidos y el lenguaje), es dirigido mayormente por la voluntad consciente e implica movernos, pensar, percibir el mundo a través de los sentidos, vivir nuestras emociones y comunicarnos.
El tercer sistema es el de eliminación, que es el encargado de eliminar la toxicidad del cuerpo y regenerar los tejidos y órganos afectados por la intoxicación. Está formado por los órganos de eliminación: riñones, pulmones, aparato digestivo y piel. La eliminación es una actividad fundamental ya que el cuerpo no puede estar sano si sus células mantienen mucha toxicidad.
Cuando estos tres sistemas están en equilibrio, hablamos de salud. Contrariamente, cuando ocurren desequilibrios es cuando aparece la enfermedad. En la sociedad actual es normal que las personas sobrecarguen el sistema de nutrición comiendo alimentos no adaptados a nuestra fisiología, habitualmente en grandes cantidades. También se sobrecarga el sistema de relación debido a un alto nivel de actividad (ejercicio, trabajo, estrés) y poco descanso.
Al destinar excesiva energía a los sistemas de nutrición y relación, naturalmente luego habrá poca energía para el sistema de eliminación, por lo cual los tejidos empezarán a acumular toxicidad y con el tiempo los órganos se empezarán a degenerar, resultando en enfermedades crónicas.
En otras palabras, el agotamiento energético es la base de la enfermedad, debido a que genera una acumulación excesiva de toxemia que afecta a tejidos y órganos.
Visión holística e higienista de la salud y la enfermedad
Finalmente, una adecuada introducción a la medicina higienista, dentro del higienismo, debe tener en cuenta la visión holística de la salud y enfermedad. En pocas palabras, el estado de salud de una persona es el resultado de factores de diversas áreas.
Dentro del área física se puede trabajar la alimentación, el descanso, el ejercicio adecuado (sin carencias ni excesos), los biorritmos, el consumo de tóxicos y el contacto con la naturaleza, entre otros.
El área relacional es importante también, ya que las relaciones con familiares, pareja, amigos y compañeros de trabajo nos afectan de manera positiva o negativamente.
Dentro del área psicoemocional es necesario indagar para identificar creencias limitantes, posibles auto-exigencias, aceptación de lo que no depende de uno, emociones no expresadas, etc.
Si bien dentro de cada área y factor se puede indagar mucho más, la idea básica es entender que cualquiera de estos factores puede ser un aporte o una fuga de energía, por lo que es importante analizarlos para ver cómo le están afectando a la persona en su estado de salud.
Ver también: Cómo reconocer la salud en ti
Resumen
El higienismo le ayuda a una persona a que identifique las verdaderas causas de su desgaste energético, indagando su estilo de vida de manera holística, para que trabaje en dichas causas y que así pueda obtener energía para que sea su propio cuerpo quien le cure y así pueda tender a su estado natural: la salud.
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