Vivimos expuestos constantemente a todo tipo de virus, bacterias y demás microorganismos patógenos. De hecho, el 90% de las personas puede tener un virus y sólo unos pocos de este porcentaje desarrolla la enfermedad que se supone causa el virus.
Cuando hay un déficit de energía el cuerpo y sus órganos no pueden desencadenar adecuadamente sus funciones fisiológicas y, por tanto, ir desechando las toxinas que se van generando en su interior, ello hace que el nivel de toxemia aumente. En este caso, el nivel de toxemia es alta y, por tanto, nuestra salud será BAJA.
Mientras que cuando el nivel de energía es alto, el cuerpo puede desencadenar sus funciones fisiológicas adecuadamente y, por tanto, mantener la toxemia a raya. En este caso, el nivel de toxemia es bajo y por tanto nuestra salud será ALTA.
En este sentido, un nivel de energía alto (por tanto, un nivel de toxemia bajo) permite deshacerse de los virus y cualquier microorganismo patógeno mientras que un nivel de energía bajo y por tanto el nivel de toxemia interna es alto, hará que se desarrolle una supuesta enfermedad viral.
Resumiendo:
Energía Vital = Nivel de Toxemia bajo = Salud
Déficit de energía = Nivel de Toxemia Alto = Enfermedad
Por tanto, la clave es proporcionar a nuestro cuerpo Energía para que el se encargue de mantener, en este caso, los microorganismos patógenos a raya. Así que, si queremos tener salud, nos deberíamos de preocupar en tener de nivel alto de energía vital y tomar conciencia de esos factores que nos desvitalizan.
¿Factores que nos vitalizan o desvitalizan si están en desequilibrio?
– Nutrición adecuada
– Reducción de tóxicos
– Contacto con la Naturaleza
– Equilibrio entre actividad y descanso
– Ajustarnos a los biorritmos de la naturaleza
– Expresión de emociones
– Vivir una vida coherente con tu sentir
– Realización personal y profesional
– Cuestionar nuestras pensamientos y creencias irracionales
– Tener en cuenta tus posibilidades
– Comprensión de leyes universales
– Aceptación de lo que no depende de ti
– Etc etc…
Es decir, si queremos tener un nivel de salud óptimo y por tanto un sistema inmunitario fuerte que pueda afrontar todos tipo de microorganismo patógeno y así estar libre de enfermedad, debemos de procurar vivir de tal manera que nuestro aporte de energía sea mayor que el gasto y así el cuerpo pueda desencadenar todas sus funciones vitales adecuadamente.
La salud es un compendio de varios factores y no solo de uno y por tanto tenemos que abordar la enfermedad cuando esta surge con una visión holística que contemple al conjunto del Ser.
Si vives de tal manera que tu nivel de energía sea mayor que el gasto no debemos de preocuparnos ni vivir con miedo cuando aparezcan este tipo de alarmas. Ahora bien, si nunca te has preocupado ni hecho nada por vivir acorde a los mandatos de la naturaleza ni acorde a tu sentir, cuando venga el lobo es normal que uno esté preocupado.