Hoy vamos a hablar de la Dieta Cetogénica. En los últimos años, pocas palabras han estado tan de moda como la palabra keto. Vemos libros de dieta keto, productos keto y recetas keto por todos lados. ¿Qué significa realmente keto? ¿Puede una dieta keto ser buena para nuestra salud? ¿O acaso puede llegar a ser peligrosa?
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¿Qué es una dieta keto o cetogénica? Entendiendo la cetosis
El cuerpo usa glucosa como fuente principal de energía, la cual proviene de los carbohidratos. Al evitarlos, el cuerpo siente que está siendo privado de calorías y debe buscar una fuente alternativa de energía, y es ahí donde recurre a las reservas de grasas. Este estado se llama cetosis.
Una dieta keto o cetogénica es aquella baja en carbohidratos que “funciona” haciendo que las personas entren cetosis, estado en el cual se suprime el apetito y, por tanto, las personas comen menos. Al estar mucho tiempo comiendo menos calorías, las personas adelgazan.
Proteínas, grasas y carbohidratos son los tres macronutrientes presentes en los alimentos. Si uno sigue una dieta baja en carbohidratos, esto naturalmente implica que sea una dieta alta en grasas y/o proteínas. Y, dado que los alimentos altos en proteínas suelen ser altos en grasas, una dieta baja en carbohidratos es, en esencia, una dieta alta en grasas.
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En particular, la dieta keto es alta en productos de origen animal, los cuales son altos en grasas y proteínas, y bajos en carbohidratos, minerales, vitaminas, fibra y agua. Igualmente, existen opciones vegetarianas y veganas dentro de las dietas keto.
Cada gramo de grasa tiene más del doble de calorías que un gramo de carbohidrato. Entonces, ¿cómo puede ser que alguien pierda peso con una dieta cetogénica? La razón es porque consumen menos calorías por la falta de apetito propia de un estado cetogénico. Si bien puede sonar interesante tener menos apetito para alguien que quiere perder peso, hay ciertos riesgos de salud que hay que tener en cuenta en estas dietas.
Diferentes tipos de dietas cetogenéticas
Hoy en día la dieta keto es la más famosa en el mercado. Sin embargo, el enfoque de usar la cetosis como mecanismo para adelgazar no es nuevo. De hecho, ha habido decenas de dietas similares en los últimos 100 años. Cualquier dieta baja en carbohidratos sigue esencialmente el mismo concepto, por lo que tiene los mismos riesgos y “beneficios”.
Una de las más populares ha sido la dieta Atkins. Respecto a esto, el Dr. Michael Greger ha escrito un libro llamado “Atkins Facts” (Hechos de Atkins) en el cual cuenta que cuando Atkins publicó el libro “La Dieta Revolucionaria del Dr. Atkins” el presidente de aquel entonces del American College of Nutrition se refirió a la dieta como la más peligrosa entre todas las dietas bizarras publicadas en los pasados 50 años.
Por otro lado, en el libro “El Estudio de China”, el Dr. T. Colin Campbell cita un estudio del Centro Atkins para la Medicina Complementaria, en el cual 41 personas obesas que siguieron la dieta Atkins perdieron 9 kilos en promedio en un período de seis meses. Además, sus niveles medios de colesterol bajaron ligeramente. ¿Cómo es posible que hayan podido perder tanto peso y bajar su colesterol con dietas altas en grasas?
La pérdida de peso ocurrió porque los participantes consumían 1.450 calorías diarias en promedio, mientras que un adulto promedio consume 2.250. Al consumir un 35% menos de calorías, es lógico que se haya perdido peso y bajado el colesterol. Sin embargo, consumir menos calorías de lo que el cuerpo requiere no es sostenible en un mediano o largo plazo.
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Sobre Atkins, Campbell también indica que su dieta no es lo único que vendía, sino que eran una parte más de un verdadero imperio comercial. En particular, en cuanto a la dieta Atkins, al igual que al keto, la paleo y otras similares, se venden además infinidad de suplementos nutritivos para combatir “los problemas normales de toda persona que está a régimen”, según palabras del propio Atkins, quien indica en su libro que muchos de sus pacientes toman más de treinta píldoras de vitaminas por día.

Por cierto, cabe destacar que, al momento de morir, Atkins pesaba 117 kilogramos (medía 1.82 aproximadamente), por lo cual era obeso. Además, había sufrido problemas cardíacos por años, incluyendo un ACV.
Igualmente, muchas personas creen que pasar algo de hambre es parte intrínseca de adelgazar, y tampoco tendrían problema con tener que tomar decenas de suplementos como para lograr su objetivo. Por consiguiente, para estas personas, seguir estas dietas podría no ser tan malo si se puede tolerar el hambre por cierto período de tiempo. Sin embargo, hay ciertos riesgos que estas personas no suelen tener en cuenta.
¿Puede una dieta cetogénica ayudar a adelgazar?
Si el peso fuese la única variante a medir, estas dietas serían un éxito. No obstante, un peso saludable no debería ser un objetivo, sino el resultado de una dieta y estilo de vida adecuados. Por tanto, puede que una dieta baja en carbohidratos “sirva” para adelgazar, pero lo que sucede dentro del cuerpo es otra historia, y puede llegar a ser muy peligroso incluso.
A corto plazo parece dar resultados, porque el cuerpo pierde grasas, incluso si se consumen altas cantidades de alimentos ricos en grasa. Sin embargo, una vez que se deja la dieta, se suele recuperar todo el peso (grasa) e incluso más con el famoso “efecto rebote”. Contrariamente, si se continúa con la dieta, se corre diversos riesgos, entre ellos muerte prematura.
Hay muchas personas que siguen estas dietas y no son conscientes de que le hacen mal. Otras sí son conscientes de los riesgos, pero tienen un grado de desesperación que harían cualquier cosa para perder peso, incluso sacrificar su salud hasta niveles inimaginables. De hecho, si observamos atentamente a quienes siguen este tipo de dietas notamos que muchas veces se ven moribundos y con la piel extremadamente pálida. Esto no debería llamarnos la atención, ya que están gravemente desnutridos.
¿Es peligroso seguir una dieta keto?
El Dr. John McDougall define la cetosis como el estado que ocurre de manera natural cuando alguien se enferma gravemente. Es un mecanismo de adaptación que le permite al cuerpo recuperarse y sobrevivir en momentos de enfermedad, en lugar de sentirse abrumado por un fuerte impulso de hambre, lo que lo obliga a recolectar y preparar alimentos. Dicho de otra manera, como el cuerpo necesita fuerzas para curarse, es mejor usar las reservas de nutrientes y no tener que agotar energía para salir a buscar alimento.
La dieta keto y sus variantes, se aprovechan de este estado de enfermedad. De hecho, en su artículo respecto al tema, titulado “La Dieta Atkins es tan buena como la quimioterapia para bajar de peso”, McDougall dice que cuando las personas se enferman por otras razones, es normal que bajen de peso, así como que también bajen sus niveles de colesterol y triglicéridos. Cita como ejemplo a los pacientes que siguen quimioterapia, quienes pierden el apetito, comen mucho menos, pierden peso y reducen el colesterol, el azúcar en sangre y los triglicéridos. Sin embargo, no sería lógico enfermarse de cáncer para perder peso, de igual manera que tampoco lo es seguir una dieta cetogénica.

Por otro lado, estas dietas generan peligrosos desequilibrios en el cuerpo. En particular, los riñones expulsan grandes cantidades de minerales como potasio y calcio que el cuerpo ha utilizado para ayudar al liberar las cetonas tóxicas. Por su parte, el Dr. Michael Greger indica que ocurren deficiencias de hasta 17 micronutrientes en quienes siguen este tipo de dietas.
En el ya mencionado estudio financiado por el grupo Atkins, entre los 41 obesos que perdieron 9 kilos en seis meses, 68% sufrieron estreñimiento, 63% problemas respiratorios, 51% jaquecas, 10% advirtieron pérdida de cabello y una mujer se quejó de que sus menstruaciones eran más abundantes.
Asimismo, según la ya mencionada publicación del Dr. Greger, en el corto la cetosis presente síntomas tales como mareos, dolor abdominal, fatiga, dolores de cabeza, debilidad, confusión, irritabilidad, estreñimiento, problemas para dormir, mal aliento, náuseas y vómitos; mientras que en el mediano o largo plazo puede desembocar en malnutrición (ingesta comprometida de vitaminas y minerales), cáncer, infarto, gota, osteoporosis, diabetes, enfermedades cardiacas, arritmias, elevada presión sanguínea y hasta muerte súbita.
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La cetosis durante el ayuno
En momentos en los que se restringe el alimento y se entra en ayuno, también se produce cetosis. Sin embargo, a diferencia de las dietas bajas en carbohidratos, los ayunos no generan desbalances dado que no se consumen grandes cantidades de grasas. Justamente, suele ocurrir lo contrario; el cuerpo usa su sabiduría interna para provocar su propia homeostasis y se corrigen desequilibrios, incluso de larga data. Es sumamente normal ver cómo personas que ayunan se recuperan de problemas comúnmente relacionados con desequilibrios o deficiencias de nutrientes, como anemia o diabetes, por ejemplo.
Además, los ayunos son por apenas unos días o semanas y no por largos períodos de tiempo. Si bien una dieta cetogénica puede hacerse por tan solo unos días o semanas, normalmente se siguen por períodos de meses o años.
Incluso si esta dieta se siguiera por tan solo unos días, no deja de ser una dieta carente de vitaminas y minerales, micronutrientes que abundan en frutas y verduras. Contrariamente, una dieta alta en carbohidratos principalmente en forma de frutas y verduras está cargada de micronutrientes. En particular, las verduras es el grupo de alimentos más denso en nutrientes por calorías, y luego vienen las frutas.
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Formas sanas de perder peso
Como parte de su homeostasis interna, el cuerpo tiende de manera natural a su peso ideal cuando se sigue una dieta correcta (además de otros factores). Cuando el cuerpo tiene más energía, automáticamente desencadenará sus procesos de curación internos, y de esta manera perderá naturalmente los posibles excesos de grasa que pudiera haber.
Vale la pena aclarar que una persona no tiene que preocuparse por perseguir un peso ideal cuando sigue una dieta (y estilo de vida) adecuada. Este se debe a que el cuerpo equilibrará su ingesta de alimentos haciendo uso del hambre como mecanismo de información de cuándo se necesita más alimento, y de la saciedad cuando ya no haga falta.
Si se consumen alimentos carentes de nutrientes y/o en condiciones en que el cuerpo no puede asimilarlos adecuadamente (falta de energía, malas combinaciones, fuera de biorritmos, estado emocional adecuado, etc.), el cuerpo reclamará nutrientes constantemente y es posible comer de más. En cambio, si se come alimentos adaptados a nuestra fisiología y en condiciones adecuadas, de manera que se llegan a asimilar correctamente, la persona se sentirá saciada y será virtualmente imposible comer de más.
Cuando alguien con sobrepeso u obesidad empieza a hacer cambios y aplica principios higienistas en su dieta, la pérdida de peso ocurrirá gradualmente de manera inevitable. Una forma saludable de apresurar el proceso es mediante la práctica regular de ejercicio intenso, la cual es un factor importante de salud para todas las personas, no solamente para quienes quieren adelgazar.
Cabe destacar que las verduras y frutas son menos concentradas en calorías en comparación con las grasas. Además, poseen grandes cantidades de agua y fibra, las cuales favorecen la saciedad. De esta forma, se requiere un volumen mucho más grande de verduras y frutas para conseguir la misma cantidad de calorías de fuente de productos de origen animal. Cabe mencionar que un gramo de carbohidratos contiene 4 calorías, mientras que un gramo de grasa contiene 9.
En otras palabras, efectivamente hay formas saludables de perder peso sin pasar hambre. Justamente, pasar hambre o entrar en un estado de cetosis están lejos de ser saludable. La cetosis implica quedarse sin glucosa en sangre, por lo que el cuerpo se empieza a consumir a sí mismo, en el siguiente orden: grasas, proteínas, tejido muscular y órganos de menor a mayor criticidad en el cuerpo.
Conclusión
Ante una escasez de alimentos altos en glucosa, el hecho de poder hacer uso de nuestras reservas de grasas y proteínas es una herramienta extremadamente interesante con la cual cuenta nuestro cuerpo. En otras palabras, la cetosis es un mecanismo de supervivencia para situaciones de hambruna en condiciones extremas, y no debería ser usada más que en raras ocasiones.
Desde el punto de vista químico, para el cuerpo es mucho menos eficiente tener que recurrir a las grasas como combustible celular. Si bien se pueden perder aquellos kilitos extra, el precio a pagar es muy alto, ya que al cuerpo le requiere grandes cantidades de energía vital, y, a su vez, se generan grandes cantidades de desechos tóxicos en el cuerpo.
Fuentes:
Artículo “Atkins Diet Is As Good as Chemotherapy for Weight Loss” (La Dieta Atkins es tan buena como la quimioterapia para bajar de peso) del Dr. John McDougall – https://www.drmcdougall.com/misc/2002nl/nov/021100atkins.htm
Artículo “Atkins Was Grossly Overweight and Sick But the Media Loves the Dead Guy” (Atkins tenía mucho sobrepeso y estaba enfermo, pero los medios aman al fallecido) del Dr. John McDougall – https://www.drmcdougall.com/misc/2004nl/040200puatkins.htm
“Atkins Facts” (Hechos de Atkins) del Dr. Michael Greger – https://atkinsfacts.org/
Artículo “Keto Diet” de la web nutritionfacts.org – https://nutritionfacts.org/topics/keto-diet/
Capítulo 5 del libro “Eat to Live” (Come para vivir) del Dr. Joel Fuhrman
Capítulo 4 del libro “El Estudio de China” del Dr. T. Colin Campbell y Dr. Thomas M. Campbell II
Capítulo 5 del libro “La Dieta 80/10/10” del Dr. Douglas Graham