La principal aflicción que mata a personas en el apogeo de la vida es la trombosis coronaria. Esto es un coágulo de sangre que se produce en las arterias del corazón y que las ocluye (oclusión coronaria). El área suministrada con sangre por las arterias bloqueadas pierde su fuente de nutrición y oxígeno, y se degenera. Esta área se debilita y se forma tejido cicatricial que no funciona. Se ha producido un “infarto de miocardio” con consecuente alteración del corazón y degeneración. Si el bloqueo es severo, la muerte llega muy rápido. Si es una condición más leve, el paciente puede recuperarse en unas pocas semanas a través de reposo completo en cama.
Un coágulo de sangre en un vaso sanguíneo es un “trombo”. Cuando se separa de las paredes del vaso y flota en la sangre se denomina “émbolo”. La afección resultante se conoce como “trombosis”. Los trombos pueden alojarse en una arteria del corazón (arteria coronaria), conectarse y bloquear el suministro de sangre a una sección de músculo cardíaco en forma de cuña. Los coágulos flotantes pueden llegar al cerebro, obstruir la sangre a áreas motoras importantes y provocar una parálisis parcial o completa: “un accidente cerebrovascular” (ACV). Los coágulos pueden viajar a los pulmones y ocluir una arteria causando “embolia pulmonar”.
Coagulación de la sangre
La sangre circulante en el sistema cardiovascular (corazón y vasos sanguíneos) normalmente no se coagula. Cuando se derrama y se expone al aire, se coagula. El mecanismo de coagulación consiste en: tromboplastina, liberada de paredes de vasos sanguíneos lesionadas, glóbulos blancos y plaquetas en la sangre; protrombina, una proteína fabricada en el hígado y convertida en trombina por la tromboplastina; trombina; fibrinógeno, una proteína fabricada en el hígado y convertida en fibrina por la trombina; fibrina, que forma una red atrapando las plaquetas (trombocitos). Se produce un coágulo.
La coagulación se activa por la presencia en sangre de calcio y sustancias conocidas como “aceleradores de suero”. La prevención de coágulos en sangre normal se debe a la presencia de sustancias como la antitrombina, la fibrinolisina y la heparina. La sangre derramada se coagula porque estas sustancias se oxidan e inactivan. Los coágulos normalmente tapan heridas en los vasos, evitando hemorragias. El calcio es el factor clave en la coagulación normal; si se inactiva o elimina, la sangre no coagulará.
La trombosis coronaria ocurre, generalmente, sin aviso. Muchas víctimas “nunca habían estado enfermas un día en sus vidas” o “recientemente habían tenido un chequeo cardiaco y estaban bien”. Realmente, el sujeto había estado comiendo y viviendo incorrectamente la mayor parte de su vida. Él o ella estaba ciertamente enfermo de toxemia (intoxicación general). Los cambios químicos en la sangre provocan desequilibrio en el mecanismo de coagulación. Los coágulos se formaron adheridos a las paredes internas del vaso sanguíneo. El trabajo pesado, comer una comida inusualmente grande, la indulgencia sexual excesiva, el exceso de ejercicio y los arrebatos emocionales y temperamentales causan el desalojo de los coágulos que conducen a la trombosis.
El paciente está postrado y cae al suelo con cara de susto y palidez; el dolor en la región del corazón es severo, constrictivo y lancinante; el pulso es filiforme – rápido, irregular y débil; la respiración se vuelve superficial y rápida; y el sudor es pegajoso y frío.
La tendencia a la coagulación intravascular (dentro de los vasos sanguíneos) es un grave riesgo para la vida. Coágulos de arterias coronarias y cerebrales, y en los pulmones, a menudo resultan fatales. Si tal episodio ocurre una vez, probablemente, otros se formarán debido a que la causalidad aún permanece. Las venas de las piernas y el corazón son sitios habituales de coagulación. Los coágulos no producirán consecuencias peligrosas a menos que se desprendan y floten en la circulación para obstruir arterias, privando a un tejido vital del suministro de sangre. Los coágulos pueden consistir en sangre coagulada o gotas de grasa, burbujas de aire, grumos de bacterias, tejido tumoral o tejido vascular cardíaco inflamado.
Causas de coagulación intravascular
La coagulación intravascular suele ocurrir después de una cirugía. La coagulación de sangre derramada en el interior del cuerpo (hemorragia interna) juega un papel en las adhesiones postoperatorias. La coagulación ocurre cuando la sangre se desacelera (estasis), como en el caso de las venas varicosas, con algunas dificultades cardíacas (fibrilación auricular) y en casos de lesiones de las paredes de los vasos sanguíneos debido a hematomas, cortes o inyecciones de aguja hipodérmica. La coagulación es resultado de la inflamación de las paredes de los vasos en la flebitis (inflamación de las venas) y ciertas enfermedades de las válvulas cardíacas.
La causa básica y fundamental de la coagulación de la sangre es el cambio en la composición química de la sangre debido a incorrectos hábitos alimenticios. La tendencia ácida de la sangre es el resultado de comer alimentos desvitalizados, desmineralizados y des vitaminalizados como: azúcar blanco, pan blanco, leche pasteurizada, panecillos dulces, galletas saladas y dulces, pasteles, bizcochos, postres, helados, refrescos, papas fritas, caramelos, jaleas, mermeladas, bollos, jarabes, salsas espesadas, cereales, alcohol, carnes, pollo, pescado y espagueti. Las arterias se degeneran o deterioran. Las paredes de los vasos se engrosan (ateroma) y retardan la sangre; la cual se estanca fácilmente y se coagula, obstruyendo arterias angostas y enfermas. En obstrucciones que afectan secciones grandes del crazón, los infartos de miocardio resultantes pueden deteriorar tan gravemente al punto que no queda suficiente fuerza para efectuar una circulación adecuada. La pared del corazón se debilita tanto que se rompe fatalmente.
La mayoría de los pacientes “coronarios”, sin embargo, tienen buenas posibilidades de vivir. Se producen compensaciones y ampliaciones suficientes, lo que permite que el corazón funcione con eficacia. Otros vasos sanguíneos están formados por la naturaleza y asumen los deberes circulatorios del ocluido. Esto se llama “circulación colateral”.
Tratamiento medico
Los médicos usan “anticoagulantes” para disolver coágulos formados y prevenir la formación de coágulos adicionales. Son rutósido, hirudina, heparina y dicumarol. Al igual que otras drogas, son devastadoras, dan una falsa sensación de seguridad al paciente y producen enfermedades crónicas. Debilitan las paredes (sustancia intercelular) de los vasos sanguíneos y pueden ocurrir hemorragias fatales, interna y externamente. Las causas de la coagulación interna persisten, así como el peligro de recurrencias. Además, la energía vital del cuerpo se agota con todas las drogas y se producen otros trastornos graves además de la coagulación.
Los exámenes físicos anuales que el presidente recibió de médicos del ejército no pudieron protegerlo de una trombosis coronaria. El aumento de los exámenes médicos no logró reducir las muertes por esta “enfermedad cardíaca”. Para superar esta tendencia anormal no se requieren exámenes médicos o medicamentos, vacunas o píldoras.
El verdadero “tratamiento” es el descanso y la quietud, que permiten al corazón funcionar normalmente nuevamente. Se requiere tiempo, perseverancia e inactividad.
Un ayuno completo (beber solo agua destilada) por varios días bajo supervisión competente debería realizarse inmediatamente. Este descanso fisiológico reconstituye la vitalidad del cuerpo y acelera los procesos internos de purificación. Permite que los poderes curativos innatos del cuerpo se manifiesten sin obstrucciones y de manera eficiente.
La alimentación higienista es esencial. Frutas crudas, frutos secos y verduras, productos integrales y dulces naturales como pasas, higos y dátiles deberían ser la dieta. Estos alimentos vitales mantienen la corriente sanguínea limpia y ayudan a sanar las arterias degeneradas al producir una mejor salud general.
Una vida habitual tensa con emociones destructivas – ansiedad, depresión, preocupación, miedo, aprensión – es una de las causas principales de la trombosis coronaria. Esta tensión mental, incorrectamente llamada “tensión nerviosa”, hace al individuo enfermo y miserable y ejerce fuerzas destructivas (a través de los sistemas nervioso y hormonal).
Es absolutamente imposible para el hombre ignorar las leyes de la naturaleza y mantenerse saludable. En la medida en que se desvíe, hasta ese grado sufrirá. La enfermedad es una advertencia de la naturaleza de que nuestros cuerpos están envenenados; si las señales son desatendidas, se producirá un deterioro. Cada enfermedad es una crisis en la vida. Crisis significa decisión. Debemos esforzarnos por recuperar nuestra salud mediante la adhesión a los principios del Higienismo. Debemos dedicar horas de ocio para meditar y reflexionar sobre los errores cometidos en la vida física, emocional, moral y espiritual. El reconocimiento de estos errores ayuda a descontinuarlos, evitando enfermedades futuras.
La naturaleza o Dios nos proporcionó con templos santificados al nacer, ocupados por nuestras almas, mentes y pensamientos. No debemos contaminar estos templos. Es nuestra responsabilidad inherente proporcionar ladrillos, cemento y maderas adecuados (sangre, huesos, tejidos) para mantener la integridad e indisolubilidad del templo. Ignorar y refutar las leyes de la naturaleza es ignorar a Dios. Adherirse a los principios del Higienismo traerá recompensas de salud en cuerpo, alma y mente.
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